El nombre de Juan Román Riquelme volvió a estar en el centro de la escena, esta vez por una denuncia judicial que lo vinculaba con supuestos actos de corrupción en la distribución de la ropa que Boca recibe como parte del contrato con su marca deportiva. La acusación había sido presentada en mayo por Walter Federico Klix, pero en las últimas horas la Justicia confirmó su desestimación.
La Fiscalía Nacional en lo Criminal y Correccional N°61 comunicó la decisión de la Cámara de Apelaciones de archivar la causa por inexistencia de delito, señalando en su fallo que se trataba de un “mero rumor periodístico sensacionalista” sin pruebas que lo sostuvieran. Con esto, la investigación quedó cerrada y el presidente de Boca quedó desligado de la denuncia que hablaba de una presunta malversación de 50 mil prendas originales.
El caso había tomado repercusión mediática en el programa de Gabriel Anello, periodista que también fue citado como testigo en el expediente. Aunque ratificó sus dichos, se amparó en el secreto profesional para no revelar sus fuentes. Klix, por su parte, no pudo aportar testigos ni pruebas concretas más allá de sus declaraciones verbales y mensajes de los que aseguró disponer, pero nunca presentó.
Klix, en contra el fallo
Pese al archivo, Klix anticipó que no se dará por vencido. En un comunicado publicado en sus redes sociales felicitó al fiscal por la rapidez del fallo, pero cuestionó que no se haya profundizado en la investigación. “El club más grande del país está tomado y la Justicia debe investigar los hechos que están ocurriendo”, expresó, al mismo tiempo que confirmó que pedirá el desarchivo de la causa para ampliar su denuncia con supuestos testigos y nuevas pruebas.
De esta manera, la causa que había salpicado a Riquelme quedó desestimada por falta de elementos. Sin embargo, el reclamo público de Klix abre la puerta a que la polémica continúe en los tribunales, en un contexto político e institucional en el que cada paso del presidente de Boca queda bajo la lupa.