Lo que durante años fue un secreto a voces en Boca finalmente salió a la luz. Sebastián Battaglia rompió el silencio y, tres años después, confirmó lo que en su momento era un rumor: recibió presiones internas para no poner a Alan Varela como titular. El mediocampista, que luego se transformaría en venta millonaria y pieza de la Selección Argentina, fue el centro de un conflicto que desgastó la relación del DT con Juan Román Riquelme y el Consejo de Fútbol.
“Algunos me llegaron a cuestionar por qué Varela tenía que jugar, y hoy lo vemos vendido al Porto y citado a la Selección. Cada uno sabe lo que dijo en su momento”, lanzó Battaglia en diálogo con Boca de Selección, confirmando la interna que lo marcó en su paso como entrenador xeneize.
“Es una sumatoria de cosas que van haciendo que no se esté cómodo adentro del trabajo, yo mis convicciones las tengo bien claras y mis pensamientos, uno no siempre puede pensar como la otra persona”, agregó en el programa Decime que se siente.
La historia detrás de la pelea

La historia se remonta a abril de 2022. Tras quedar relegado por un conflicto contractual, Varela volvió a la titularidad frente a Arsenal, pese a que la sugerencia desde el Consejo había sido alinear a Esteban Rolón. La decisión de Battaglia fue leída como un desafío a Riquelme, lo que provocó un fuerte cruce en Boca Predio. “¡No te creas el dueño del club!”, le habría recriminado el vicepresidente, en medio de un clima cada vez más tenso.
Lo que parecía una simple elección táctica terminó convirtiéndose en un símbolo de la puja de poder. Battaglia, firme en sus convicciones, apostó por los juveniles que conocía de la Reserva, mientras que desde el Consejo llegaban pedidos para dar rodaje a refuerzos como Rolón, Orsini o Briasco. El desgaste, que ya venía de episodios anteriores como el “micro-gate”, se profundizó hasta desembocar en su salida tras la eliminación de la Libertadores con Corinthians.
Con el tiempo, los hechos le dieron la razón al ex DT: Varela se consolidó en Boca, renovó su contrato y más tarde fue transferido al Porto por 15 millones de dólares. Battaglia, en cambio, terminó fuera del club y, ahora, con la distancia, dejó una frase que parece una definición sobre toda aquella interna: “La verdad es la verdad y no puede doler, lo que duele es la mentira”.