Después de la eliminación en la Copa Argentina, el plantel de Boca regresó a los entrenamientos en Ezeiza. Con apenas dos prácticas antes del partido contra Huracán, Miguel Ángel Russo trabaja con una prioridad: la condición física de Leandro Paredes, quien generó preocupación tras lo ocurrido en Santiago del Estero.
El mediocampista completó los 90 minutos ante Atlético Tucumán, pero terminó con una visible molestia. Al bajar del micro en el hotel, las cámaras captaron al campeón del mundo rengueando, con dolor en la pierna derecha. Todo indica que el golpe se produjo tras una dura entrada de Mateo Coronel, que respondió a una infracción previa del volante con una patada que desató la bronca de Paredes.
En ese contexto, el cuerpo técnico tomó una decisión clara: evaluarlo a fondo durante el viernes y sábado y no forzar su presencia si no está al 100%. La idea es que forme parte de la lista de convocados para el domingo, pero sin necesidad de arriesgarlo desde el arranque.
La preocupación tiene sentido: Paredes recién empieza a sumar rodaje tras su regreso. Jugó 29 minutos contra Unión en su debut y fue titular por primera vez el miércoles en Copa Argentina. Aunque mostró su jerarquía en el debut en la Bombonera, el desgaste físico se nota, ya que estuvo un mes sin competencia oficial antes de reincorporarse.
Para Russo, el duelo ante Huracán es clave: Boca necesita cortar la racha de 10 partidos sin ganar, una de las peores de su historia. Pero el DT también sabe que Paredes es una pieza fundamental y quiere evitar cualquier recaída. El plan ya está en marcha, y en Boca lo siguen de cerca.