Miguel Ángel Russo sorprendió en Boca con una medida que no pasó desapercibida. Después de haber llevado a casi todo el plantel a Mendoza para enfrentar a Independiente Rivadavia, incluso a los lesionados, esta vez el DT cambió el método y decidió hacer un recorte significativo en la lista de convocados para recibir a Banfield en la Bombonera.
El número es contundente: de 30 futbolistas bajó a 24. Aun así, entre los elegidos aparecen nombres de peso como Leandro Paredes, Edinson Cavani y Miguel Merentiel. Incluso Williams Alarcón, que había terminado golpeado en la fecha pasada, se encuentra disponible y no necesitó estudios médicos, por lo que estará en condiciones de jugar.
Los marginados: caso por caso
Lo más llamativo pasa por los ausentes. En total, son seis los jugadores que quedaron marginados, entre bajas por lesión, decisiones tácticas y cuestiones disciplinarias. El caso de Kevin Zenón es el que más repercusión genera: después de haber sido titular en el Mundial de Clubes contra Benfica y Bayern Múnich, pidió ser transferido y desde entonces perdió terreno, al punto que Russo lo dejó afuera hasta que no demuestre su intención de seguir en el club. Una situación similar a la que vivió Exequiel Zeballos, quien luego de ser relegado logró reponerse y volver a jugar.
A Zenón se suman Lucas Blondel, Agustín Martegani e Ignacio Miramón, futbolistas que no tuvieron minutos en todo el ciclo de Russo y que ven cómo su lugar en la consideración del entrenador se reduce cada vez más. A pesar de haber viajado a Mendoza, ahora quedaron marginados de la convocatoria para el choque contra Banfield.
Los otros dos casos corresponden a lesionados que igualmente habían estado presentes en la última citación. Ander Herrera, que volvió a hacer fútbol en la semana tras sufrir su quinto desgarro, no será arriesgado todavía. Mientras que Tomás Belmonte sigue recuperándose de una lesión muscular sufrida en el partido contra Huracán y también quedó al margen.
Así, Russo marca el rumbo con una señal clara: achicar la lista y darle espacio únicamente a quienes estén en condiciones físicas y futbolísticas de competir, dejando en evidencia que en Boca ya no hay lugar para dudas.