La semana continuó con una señal positiva para Boca en medio de las dudas. Este martes, Edinson Cavani volvió a entrenarse a la par de sus compañeros tras varios días de trabajo diferenciado por un golpe que lo dejó fuera del debut ante Argentinos Juniors. El uruguayo busca dejar atrás otro episodio físico y ponerse a punto para el choque del viernes ante Unión en la Bombonera.
El delantero de 38 años había sufrido un fuerte traumatismo intercostal en la práctica del jueves pasado, luego de un choque con Agustín Marchesín durante un ensayo formal. Esa molestia lo obligó a quedar afuera de la primera fecha del Torneo Clausura, aunque fue parte de la lista de concentrados y mantuvo la ilusión de poder estar hasta último momento.
La evolución fue lenta pero constante. Tras arrancar la semana al margen, este martes finalmente Cavani se sumó al grupo y realizó tareas de campo junto al resto del plantel, lo que encendió una luz de esperanza en el cuerpo técnico de Miguel Ángel Russo, que lo espera con cautela pero sin descartar su presencia frente al Tatengue. Todo dependerá de cómo responda físicamente en los entrenamientos restantes.
Hasta ahora, el año de Cavani viene marcado por las lesiones. Jugó apenas 13 partidos en lo que va del 2025, con dos goles convertidos y una alarmante falta de continuidad. Además, en los momentos clave del semestre –como el Mundial de Clubes o los playoffs del Apertura–, no logró estar en plenitud y eso lo dejó al margen del protagonismo.
La idea de Russo es mantener a Merentiel como titular, pero no se descarta que Cavani reaparezca en el banco y sume minutos si su evolución se mantiene estable. Boca necesita goles, y aunque el físico del Matador no le da tregua, su jerarquía sigue siendo una carta importante para el DT. Esta vez, dio el primer paso.
