Boca rompió la peor racha de su historia con una goleada ante Independiente Rivadavia

Tras 12 partidos sin victorias, Boca venció a Independiente Rivadavia y cortó la racha más dura de su historia. Un alivio que renueva esperanzas.

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El alivio finalmente llegó. Después de 12 partidos sin victorias, Boca logró cortar una racha histórica que golpeaba el orgullo del club y desataba la bronca de los hinchas. El triunfo ante Independiente Rivadavia significó mucho más que tres puntos: fue un desahogo colectivo, la posibilidad de volver a ilusionarse y un paso necesario para recuperar la confianza perdida.

Esa seguidilla nefasta no había sido fruto del azar. Decisiones dirigenciales, errores técnicos y fallas futbolísticas llevaron al equipo a un pozo del que parecía imposible salir. Sin embargo, en Mendoza el panorama cambió: Boca volvió a competir con orden, mostró un esquema más coherente y hasta consiguió lo que hacía tiempo no lograba, ponerse en ventaja y sostenerla con determinación.

El cambio comenzó desde lo táctico. Russo armó un mediocampo con Battaglia al lado de Paredes y un Palacios más colaborador, lo que le dio equilibrio al equipo. Paredes, liberado de tanta responsabilidad defensiva, se animó a soltarse y ser el conductor. Aguirre tuvo uno de sus mejores partidos y Palacios volvió a mostrar esa explosión que había perdido en el último tiempo. Incluso la fortuna se alineó: un centro del propio Paredes terminó en gol tras una serie de rebotes insólitos, destrabando un encuentro que parecía encaminado al sufrimiento de siempre.

El 1-0 fue un golpe anímico y desde allí Boca creció. No le sobró nada, porque Independiente lo apretó en el segundo tiempo y el Xeneize debió resistir, pero en la contra liquidó el partido. Zeballos fue decisivo, Giménez generó peligro y finalmente los goles de Changuito y Velasco pusieron cifras definitivas al 3-0, un marcador que resultó más holgado de lo que mostró el desarrollo.

La postal de Velasco, quebrado en lágrimas tras convertir, simbolizó lo que sintió todo el mundo Boca: la liberación de un peso insoportable. Porque más allá de que aún hay mucho por mejorar, el equipo encontró un punto de partida. Russo halló una estructura, aunque todavía falten piezas que eleven el nivel, como Merentiel y Cavani, quienes siguen en deuda.

El resultado no borra los errores de los últimos meses, pero cambia radicalmente el clima. Boca no solo volvió a ganar: volvió a creer en sí mismo y se metió de nuevo en la pelea por las Copas. Ahora, la gran incógnita será si este triunfo marca el comienzo de una recuperación real o si solo fue un respiro en medio de la tormenta.

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