La preocupación se instaló en Boca luego del empate ante Argentinos Juniors, cuando Nicolás Figal pidió el cambio por una molestia muscular. El defensor no pudo completar el partido y este lunes, tras someterse a estudios, el cuerpo médico del club entregó un parte que trajo algo de alivio, pero también incertidumbre de cara al duelo del viernes ante Unión.
Según la información oficial, Figal no sufrió un desgarro, como se temía inicialmente. En cambio, los exámenes revelaron una molestia localizada en la cicatriz de una lesión anterior en el gemelo derecho. Aunque no se trata de una lesión muscular nueva, el cuerpo técnico evaluará día a día su evolución para determinar si podrá estar disponible en la próxima fecha del Torneo Clausura.
Miguel Ángel Russo, que ya arrastra varias bajas importantes en la defensa, deberá esperar hasta último momento para saber si contará con el zaguero de 31 años. En caso de no llegar, la opción más concreta es Lautaro Di Lollo, quien ya ingresó por Figal en el segundo tiempo en La Paternal y tuvo minutos en el Mundial de Clubes. Ayrton Costa, que venía siendo titular, todavía no está al 100% tras su desgarro.
La situación complica aún más a un Boca que ya tiene descartados a Cristian Lema y Marcos Rojo, separados del plantel profesional por decisión dirigencial. Además, Mateo Mendia sigue recuperándose y tampoco estaría disponible. Russo, que necesita estabilizar la última línea, sabe que el margen de error se achica cada vez más.
Mientras tanto, el cuerpo médico monitorea con especial atención la evolución de Figal. Si no hay una respuesta positiva en los próximos entrenamientos, Russo ya planifica su reemplazo. La prioridad es no forzar su regreso y evitar una posible recaída en plena seguidilla de partidos.