La tarde en Mar del Plata fue testigo de un verdadero show. Sol, emociones y un protagonista inesperado que se llevó todos los aplausos. En apenas media hora dentro de la cancha, Iker Zufiaurre convirtió dos golazos y le dio la victoria 2-1 a Boca frente a Aldosivi, confirmando que atraviesa un momento brillante.
El juvenil, que viene marcando seguido en la Reserva, apareció en un instante clave. El Xeneize caía 1-0 con gol de Biondi y parecía sin ideas, hasta que el delantero inventó una chilena inolvidable desde afuera del área. “Facu Herrera me tiró un pelotazo, el defensor peina y yo de reojo vi al arquero que salía. Como la pelota estaba alta, tiré la chilena”, contó con emoción tras el partido.
Pero no se quedó ahí. Minutos después encaró por derecha, dejó rivales en el camino y definió con un derechazo cruzado imposible para Gonzales. “Me la dio Santi Dalmasso, empecé a encarar, se me hizo el hueco y sin dudar le pegué al arco”, explicó. Dos definiciones de crack que cambiaron la historia del partido y que lo ponen cada vez más cerca de la Primera.
Su rendimiento ya despertó repercusiones. En las últimas horas, Boca recibió una oferta desde Europa por el delantero, que finalmente la dirigencia decidió rechazarla. Sin embargo, con actuaciones como la de este sábado, su nombre empieza a sonar cada vez más fuerte en el radar del club y en el mercado internacional.
El propio Zufiaurre fue claro al hablar de su presente: “Yo siempre tuve la cabeza en Boca. Dejé que se encarguen las personas que se tienen que encargar, mi cabeza está puesta en Boca y en el futuro en Boca”. Un mensaje contundente de compromiso mientras suma goles y minutos en Reserva. Ahora, la gran cita será el viernes: el Superclásico ante River en Ezeiza, una prueba que llega en el momento justo para un juvenil que viene pidiendo pista a fuerza de talento y personalidad.