La situación de Marcos Rojo en Boca sumó otro capítulo que alimenta los rumores de una salida inminente. Luego de abandonar el entrenamiento del miércoles por una molestia muscular, este jueves volvió a encender las alarmas en el Predio de Ezeiza: por la tarde directamente no se presentó a trabajar con el plantel.
En la jornada matutina, el defensor realizó tareas diferenciadas en Boca Predio. Sin embargo, su ausencia total en el turno vespertino fue una señal fuerte que no pasó inadvertida en el cuerpo técnico. Todo esto se da en medio de un contexto donde su continuidad ya venía en duda desde hace semanas.
El defensor, que sufrió un pinchazo muscular durante el primera práctica de ayer, ya había quedado al margen del entrenamiento vespertina hace apenas 24 horas. Pero el faltazo en Ezeiza de esta tarde marca un punto de quiebre: todo indica que su ciclo en Boca está llegando a su final.
En paralelo, sigue latente el interés de Inter Miami, club que lo viene siguiendo desde hace tiempo y que ya habría mostrado su disposición para incorporarlo en este mercado. Aunque aún no hay anuncio oficial, la rescisión de contrato de común acuerdo con Boca parece cada vez más cercana.
Rojo, de 34 años, llegó al club a comienzos de 2021, fue capitán y referente durante gran parte de su estadía, pero en el último tiempo perdió protagonismo y acumuló conflictos internos, incluido un vínculo tenso con el actual entrenador Miguel Ángel Russo.
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Por ahora no hay confirmaciones desde el club, pero su ausencia por la tarde refuerza la idea de una salida acelerada. Boca ya piensa en el futuro, y Rojo parece estar cada vez más lejos de ese escenario.
