La eliminación de Boca en el Mundial de Clubes 2025 dejó una herida abierta. Y Miguel Ángel Russo no esquivó el golpe. Apenas terminó el decepcionante 1-1 frente al semi amateur Auckland City, el entrenador habló en caliente y reconoció que el equipo no dejó una buena imagen, en contraste con lo mostrado ante Benfica y Bayern Munich.
“La imagen del último partido no es buena. Es el tercer gol de pelota parada que nos hacen, son cosas para corregir”, dijo Russo al borde del campo, dejando entrever cierta frustración. Aunque también buscó justificar: “Hasta el gol de ellos era todo nuestro. Después, la tormenta y saber el otro resultado nos costó”. Fue uno de los pocos momentos donde el DT marcó autocrítica con claridad.
Ya en conferencia, su discurso giró hacia el futuro. Pidió calma y habló de construir desde lo hecho hasta acá. “La base está. Hay que seguir trabajando, la idea es ser competitivo. Necesitamos más juego, más verticalidad, más diagonales. Cosas fundamentales para sacar diferencia”, remarcó con su habitual serenidad.
La frase “Boca es Boca”, que repitió a lo largo de su ciclo, volvió a aparecer. Russo sabe que deberá corregir errores puntuales, pero también que la eliminación, aunque dolorosa, puede servir de punto de partida. El desafío será reconstruir desde la decepción y sostener la identidad futbolística en el nuevo semestre.