En la previa del partido contra Bayern Munich, Miguel Ángel Russo dio una conferencia profunda y sin vueltas. El técnico de Boca analizó el presente del equipo, valoró el apoyo masivo de los hinchas en Miami, habló de lo que dejó el empate ante Benfica y también envió un mensaje directo a sus jugadores. En el corazón de su discurso, dejó un pedido claro: empezar con once y terminar con once.
“Entender cómo se juegan estos partidos es lo más importante”
Russo fue claro al hablar del desafío que representa enfrentar a un gigante europeo. “Sabemos que nos tocan rivales difíciles e importantes. Es bueno que nos toque así”, expresó. “La cabeza que tuvimos contra Benfica fue importante y la debemos mantener. Hay cosas para mejorar, pero hubo otras que hicimos bien”, agregó el DT de 69 años con su habitual claridad.
En ese contexto, dejó una frase que apunta directamente al comportamiento en el campo: “Me duelen las expulsiones. Tenemos que empezar con once y terminar con once”, dijo firme. Se refería a las rojas sufridas por Ander Herrera y Nicolás Figal en el debut ante Benfica, algo que condicionó el cierre del partido y complicó el plan de juego. Para Russo, en torneos así, los detalles marcan la diferencia.
Las expulsiones, un problema que Boca debe corregir
“Lo de Herrera es entendible, no le gusta salir. Pero lo de Figal es distinto”, explicó Russo, haciendo una clara diferenciación entre ambas situaciones. Aunque todavía la FIFA no confirmó las sanciones, el DT se mostró molesto ante la posibilidad de que ambos jugadores se pierdan varios partidos. “Cuatro fechas son muchas, vamos a esperar”, afirmó con cautela, esperando que la sanción no sea tan severa.
Con esa premisa de orden, concentración y juego colectivo, Russo busca que su Boca compita de igual a igual contra los grandes del mundo. El mensaje está dado: hay que estar a la altura en lo táctico, en lo emocional y también en lo disciplinario. El Xeneize quiere dar el golpe frente a Bayern Munich, pero sabe que para lograrlo, cada detalle cuenta.