En medio de la crisis deportiva e institucional que atraviesa Boca, una novela tuvo su final: Marcos Rojo ya no es jugador del club. Luego de semanas de tensión, entrenamientos diferenciados y una relación rota con el entrenador Miguel Ángel Russo, el defensor aceptó la oferta de rescisión que le presentó el presidente Juan Román Riquelme y cerró un ciclo que terminó de la forma menos pensada.
Boca le ofreció finalizar el contrato —vigente hasta diciembre de 2025— pagando hasta el último día trabajado, es decir, hasta este jueves. En un primer momento, Rojo rechazó la propuesta porque pretendía un resarcimiento adicional, pero luego de analizar el contexto, decidió aceptar y liberarse del club, para intentar encontrar nuevo destino en el mercado de pases.
Una salida conflictiva: de referente a colgado
Rojo se va de Boca después de ser capitán, líder del vestuario y uno de los mimados de los hinchas, pero el último tramo de su estadía fue un calvario. Quedó apartado del plantel por decisión de Russo, y entrenaba junto a Cristian Lema y Marcelo Saracchi, en un grupo reducido sin participación oficial.
Más allá de las intenciones de Boca, la decisión llega tarde. El propio jugador había pedido rescindir hace un mes, cuando el plantel estaba en Miami, con el mercado abierto. Pero la dirigencia no aceptó. Ahora, con el libro de pases local cerrado, el defensor quedó con opciones muy acotadas.
Riquelme intentó un canje fallido con Estudiantes
Antes de la rescisión, Boca buscó una salida negociada: Riquelme llamó a Verón y ofreció a Rojo como parte de pago por Santiago Ascacibar, sumando además cerca de 3 millones de dólares. Estudiantes rechazó la propuesta. El Pincha considera clave al mediocampista y, además, el regreso de Rojo al club que lo vio nacer sigue siendo un tema sensible en La Plata.
¿Y ahora qué? Racing, una posible opción
Con el pase en su poder, Rojo intentará encontrar club rápidamente. Este viernes cierra el plazo para incorporar jugadores en la Copa Libertadores, por lo que no se descarta un movimiento exprés en las próximas horas, con Racing como una posibilidad a seguir de cerca.
Si no aparece una opción internacional o alguna posibilidad con cupo local, el defensor podría quedarse sin jugar hasta fin de año. Pero al menos dio un paso necesario: salió de una situación que no le servía ni a él ni al club.
Un ciclo que terminó como nadie esperaba
Rojo se va después de 4 años y medio, 118 partidos, 9 goles y 3 títulos. Llegó en 2021 como figura desde el Manchester United, fue referente y capitán, pero se despide en silencio, sin jugar, y con la imagen desgastada. El sueño de jugar en Boca terminó lejos de lo ideal.
