En medio de un mercado de pases que se acerca a su cierre y en plena etapa de reconstrucción deportiva, Boca recibió una oferta por Miguel Merentiel, uno de los futbolistas más importantes del plantel. Sin embargo, la dirigencia no dudó y tomó una decisión que refleja tanto lo futbolístico como lo político: el uruguayo se queda en el club.
La propuesta que se habla es del fútbol qatarí y, aunque no trascendió el nombre del equipo, en las últimas semanas Al Wahda ya había sondeado su entorno, por lo que no se descarta que los intereses provengan de ese lado. Sin embargo, la cifra que será ofrecida está lejos de seducir: 10 millones de dólares frente a una cláusula de rescisión del atacante está fijada en 18 millones.
La noticia llegó en una semana clave para el Xeneize, tras el triunfo 3-0 frente a Independiente Rivadavia en Mendoza, la primera victoria de la era Russo. En ese contexto, desprenderse de un jugador que se transformó en figura indiscutida y referente del ataque hubiera significado un golpe fuerte para el equipo y, sobre todo, para los hinchas que lo adoptaron como uno de sus favoritos.
Merentiel, figura
Merentiel es mucho más que un delantero: representa la garra y el sacrificio que el hincha de Boca valora. Su entrega lo convirtió en un símbolo dentro de un plantel golpeado por la eliminación en las copas y la irregularidad en el torneo local. Venderlo, además, hubiese implicado para la dirigencia un costo político demasiado alto en un momento de crisis, algo que el club no estaba dispuesto a afrontar.
La decisión de retenerlo tiene también un trasfondo futbolístico. Con Cavani recuperándose y Russo buscando consolidar una dupla ofensiva que le dé resultados inmediatos, perder a Merentiel hubiera dejado un hueco difícil de cubrir. El cuerpo técnico lo considera pieza fundamental en el esquema y su salida a pocos días del cierre del mercado habría desarmado la planificación deportiva.
De esta manera, Boca, si es que no pasa nada raro, cierra filas en torno a una de sus figuras y envía un mensaje claro: Merentiel no se toca. La oferta fue rechazada y el delantero seguirá siendo parte del proyecto, con el objetivo de sostener la levantada y devolverle al equipo la regularidad que tanto necesita.