En el ojo del huracán que vive Boca por su presente futbolístico, Miguel Ángel Russo empezó a tomar decisiones fuertes, y una de las más resonantes fue comunicarle a Marcelo Saracchi que no será tenido en cuenta. La noticia no tardó en provocar movimientos: el lateral uruguayo pidió rescindir su contrato, pero lo que generó sorpresa en el club fue la condición que impuso para concretar su salida.
A través de su representante, propuso cortar el vínculo con el Xeneize antes de tiempo, a pesar de que su contrato se extiende hasta el 31 de diciembre de 2027. La traba surgió por un pedido inesperado: pretendía cobrar un año más de salario una vez firmado el acuerdo de salida. Desde la dirigencia, encabezada por Juan Román Riquelme, la respuesta fue tajante. La propuesta fue inmediatamente rechazada.
El sorpresivo pedido que desató el rechazo inmediato de Boca
El lateral izquierdo está dispuesto a resignar un año y medio de contrato con tal de cambiar de aire. Sin embargo, en el club entienden que el ex River aún tiene valor de mercado, por lo que su idea es conseguir una venta o al menos un préstamo con opción de compra. Mientras tanto, Russo decidió marginarlo del plantel profesional, y continuará entrenándose de forma diferenciada.
Su último partido fue en el Mundial de Clubes ante el Bayern Múnich, y desde entonces no volvió a sumar minutos. Hoy, Lautaro Blanco se afianzó como el titular indiscutido en ese sector de la defensa, y Frank Fabra es la única variante disponible, ya que Saracchi quedó totalmente relegado.
No es el único caso. Marcos Rojo y Cristián Lema también fueron apartados y el Consejo de Fútbol ya trabaja para rescindir sus contratos cuanto antes. La limpieza comenzó, y la salida de Saracchi parece inevitable, aunque dependerá de que acerque una oferta convincente en los próximos días.
