En medio del caos, un goleador del Milan sorprendió con su gesto hacia Boca

Mientras Boca vive un momento crítico, una figura internacional dejó un guiño que ilusiona a los hinchas. Estuvo en La Bombonera, se reunió con Riquelme e hizo una promesa que explotó en redes.

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En uno de los momentos más oscuros del año para Boca, una inesperada señal de apoyo internacional se volvió viral entre los hinchas. Horas después de la eliminación en la Copa Argentina, Santiago Giménez, actual delantero del Milan y figura de la Selección de México, sorprendió a todos con un posteo que lo muestra nada menos que en La Bombonera… y con Riquelme.

El encuentro con Riquelme y una frase que ilusiona

El futbolista de 24 años, hijo del “Chaco” Giménez —quien jugó en el Xeneize a fines de los 90—, publicó en Instagram una serie de fotos de su reciente visita a Argentina. Bajo el mensaje “Fútbol, asado y familia”, el goleador compartió su paso por el país, donde aprovechó para disfrutar de las tradiciones locales… y también para acercarse al club del que heredó su pasión.

Entre las imágenes, se destaca una junto a su padre en las tribunas del estadio durante el partido entre Boca y Unión, por la segunda fecha del Torneo Clausura. Pero la escena que más revuelo generó fue el encuentro íntimo con Juan Román Riquelme, actual presidente del club. Allí intercambiaron camisetas: Santi le regaló la del Milan con el número 7 y Román le devolvió el gesto con la de Boca.

Chaco y Santi Giménez en La Bombonera.

Pero eso no fue todo. Días atrás, Giménez también había declarado públicamente su deseo de vestir la camiseta azul y oro: “Me gustaría jugar en Boca. Mi papá jugó ahí y desde chico me inculcó esa pasión. Sería un sueño. Primero quiero hacer mi carrera en Europa, pero después, si se da, me encantaría”.

En medio de tantos cuestionamientos, insultos e internas dirigenciales, el guiño del Bebote fue como un respiro para los hinchas. Y aunque su presente está lejos —en Italia y como delantero de la selección mexicana—, su mensaje cayó como un bálsamo y dejó abierta una puerta que más de uno ya empieza a soñar con ver abierta algún día.

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