Miguel Russo rompió el silencio en el momento más delicado desde su regreso al Club de la Ribera. Luego de una práctica a puertas abiertas en Ezeiza, el entrenador enfrentó a los medios y respondió con firmeza sobre un tema que lo viene molestando en los últimos días.
Todo se desató después de las declaraciones de Ignacio Russo, su hijo, quien habló públicamente sobre cómo atraviesa el DT este presente. “Mi papá está bien de salud, está contento, está feliz. Se hablan muchas cosas de más, pero el mundo Boca es así”, comentó el delantero de Tigre, intentando apagar rumores. Sin embargo, el propio Russo prefirió ponerle un punto final al tema con contundencia.
“Déjenlo tranquilo a mi hijo. No busquen cosas donde no las hay. Él tiene una mentalidad distinta, habla de Tigre y de él. Y me parece muy bien”, disparó Russo, visiblemente molesto con ciertas especulaciones que surgieron en los últimos días. La respuesta fue directa, sin rodeos y con tono protector.
Además, el DT de Boca reconoció que vive un momento personal complejo, aunque aseguró que intenta mantenerse enfocado en lo deportivo. “No pienso en algo negativo, en ese sentido hay que estar convencido. Ayer tuve un día duro porque mi hijo estuvo internado en una clínica facial. Está todo bien”, relató con sinceridad, dejando en evidencia que, más allá del fútbol, hay cuestiones humanas que también pesan.
En medio de una crisis futbolística y bajo presión por los resultados, Russo mostró su lado más humano y, al mismo tiempo, defendió a su familia con la misma energía con la que intenta levantar al equipo.
