Después de la confusión que generó la salida de Miguel Merentiel en el entretiempo del partido contra Huracán, Miguel Ángel Russo tomó la iniciativa de reunirse con el delantero para aclarar la situación. La charla, que se dio en las instalaciones del Predio de Boca, tuvo como objetivo principal bajar la tensión que había quedado tras el malentendido en el banco de suplentes.
Merentiel explicó que no había comprendido con claridad la indicación de ser reemplazado y que su reacción fue producto de esa confusión. Por su parte, Russo escuchó al jugador y aceptó la explicación, dejando en claro que no había malestar personal y que lo importante era mantener la armonía dentro del grupo. Según fuentes cercanas al cuerpo técnico, la reunión fue en buenos términos y permitió despejar dudas. “Todo solucionado, cero drama”, aseguraron desde el club.
Esta conversación aparece como un paso necesario para enfocar al plantel en lo que viene y evitar que el episodio se convierta en un foco de distracción, especialmente en un momento delicado para Boca, que acumula varios partidos sin ganar y necesita reencontrarse con el rendimiento y la cohesión.
Si bien el episodio despertó interrogantes sobre la relación entre el DT y el delantero, por ahora la intención es que ambos mantengan una comunicación abierta y trabajen en conjunto para superar las dificultades deportivas. La dirigencia y el cuerpo técnico apuestan a que la resolución interna ayude a fortalecer el grupo y a mejorar la actitud y compromiso de los jugadores de cara a los próximos desafíos.
La temporada exige resultados rápidos, y tanto Russo como Merentiel saben que cualquier roce puede afectar la dinámica del plantel. Por eso, más allá del incidente puntual, la prioridad es que el equipo se enfoque en revertir la situación y no permita que estas situaciones internas generen mayor desgaste.