Marcos Rojo cerró su ciclo en Boca de forma abrupta. Luego de cuatro años en el club, el defensor saludó a sus compañeros, firmó su rescisión de contrato en una escribanía y dejó un mensaje fuerte al irse. Las cámaras lo esperaban afuera y sus declaraciones no pasaron desapercibidas.
“No sé quién tomó la decisión”, la frase que encendió la polémica
“Firmé recién. Le agradezco al hincha de Boca por el cariño y el respeto siempre conmigo, agradecido de por vida”, comenzó diciendo Rojo. Sin embargo, la parte más filosa de su testimonio llegó cuando fue consultado sobre los motivos de su salida: “No sé quién tomó la decisión (de apartarme). No sé qué dijo Russo, le tienen que preguntar a él. No hablé con Riquelme, hablé con Delgado”, lanzó sin vueltas.
El defensor, que no juega desde el 10 de mayo ante Lanús, fue castigado tras ese partido y perdió su lugar en los momentos decisivos: no sumó minutos ni en los cuartos de final ante Independiente ni en el Mundial de Clubes. Lo llamativo fue que su salida llegó justo cuando se encontraba en una mejor forma física, producto de una preparación especial con Fernando Gago.
Por eso, al ser consultado por su estado físico, Rojo respondió con otra frase que expone el conflicto: “A lo último no me lesioné, jugué bastante, ¿no?”, dejando en claro que no entendió la decisión de marginarlo del plantel.
Este viernes, Rojo se incorpora a Racing. Allí firmará por 12 meses, justo antes del cierre del mercado para la Copa Libertadores. Aunque su llegada generó diferencias internas, Diego Milito y Gustavo Costas avalaron la incorporación, que ya es un hecho.