La caída de Boca en Santiago del Estero no fue una más. La eliminación ante Atlético Tucumán por los 16avos de final de la Copa Argentina se sintió fuerte, sacudió el ambiente xeneize y volvió a exponer una racha preocupante de fracasos deportivos. Y en ese contexto, Juan Román Riquelme decidió intervenir personalmente. Apenas terminado el partido, el presidente del club bajó al vestuario para hablar cara a cara con el plantel, en un gesto que no suele repetirse salvo en momentos de extrema tensión.
El pedido de Riquelme que puso a Cavani y Paredes en el centro del vestuario
Según trascendió, Román les pidió calma, pero también fue muy claro con su mensaje: “Traguen saliva, agachen la cabeza y saquen esto adelante porque de acá se sale ganando nada más”. Un discurso directo, sin rodeos, con la urgencia que amerita el momento. No es la primera vez que Riquelme aparece puertas adentro para marcar la cancha, pero sí se dio en un contexto delicado, tras semanas con el equipo sumido en la irregularidad y con la dirigencia cada vez más cuestionada por los hinchas.
Pero eso no fue todo. Dentro del mismo vestuario, Riquelme también hizo un pedido puntual que involucró a las dos grandes figuras del plantel: Edinson Cavani y Leandro Paredes. “Ellos dos tienen que ser campeones en Boca. Tenemos que ser campeones por ellos dos”, dijo, según pudo saber Mundo Xeneize. Un mensaje claro, emotivo y con peso simbólico, dirigido al corazón del grupo.
La frase no pasó inadvertida. Paredes, recién llegado tras una larga carrera en Europa y campeón del mundo con Argentina, fue uno de los pocos aplaudidos por los hinchas en medio de la bronca generalizada. Y Cavani, pese a sus altibajos y goles fallados, sigue siendo bancado por la dirigencia como un referente del vestuario. Sin embargo, ambos arrastran la misma deuda: aún no lograron ganar un título con la camiseta azul y oro.
Mientras las críticas llueven, las soluciones no aparecen y el ciclo de Russo tambalea, Riquelme se puso al frente con un mensaje fuerte, casi como última carta de respaldo al plantel. En Boca no hay margen para más papelones. Y esa frase del ídolo lo resume todo: ganar o ganar.