El futuro inmediato de Kevin Zenón se volvió un enigma en Boca. El volante de 24 años estuvo a un paso de mudarse al Olympiacos de Grecia, pero la operación se frenó cuando la dirigencia rechazó la propuesta formal del club europeo. Desde ese momento, el jugador quedó bajo la lupa de Miguel Ángel Russo, que empezó a evaluarlo de manera más estricta.
De Europa a la incertidumbre
Zenón veía con buenos ojos la posibilidad de dar el salto a Europa, pero el Consejo de Fútbol consideró insuficiente la cifra ofrecida. La salida se terminó cayendo en medio del nuevo esquema de retenciones impositivas que también afectó la transferencia de Mastantuono al Real Madrid. Así, el ex Unión —que suma 72 encuentros y 10 goles desde su arribo a Boca en enero de 2024— pasó de ilusionarse con emigrar a tener que adaptarse a un presente complejo, donde perdió espacio en la consideración del entrenador.
Señales de Russo y un mensaje claro
La situación quedó expuesta en los últimos entrenamientos. En la práctica del jueves en la Bombonera, Russo colocó a Lucas Janson por delante suyo, algo que ya había hecho una semana antes con Agustín Martegani. Un indicio claro de que el DT pretende una reacción.
El zurdo apenas fue titular en dos partidos durante este ciclo: frente a Benfica y contra Bayern Múnich en el Mundial de Clubes. En la reciente visita a Mendoza ante Independiente Rivadavia ni siquiera sumó minutos, pese a estar en el banco de suplentes.
El desafío de recuperarse
La situación recuerda a lo que ocurrió con Exequiel Zeballos, a quien Russo marginó durante varios encuentros para luego ir reincorporándolo. Seguramente el entrenador repita ese argumento cuando se le consulte por Zenón: esperar el momento justo para “llevarlo a otro nivel”. El reto ahora está del lado del futbolista, que deberá redoblar esfuerzos para volver a ganarse un lugar en el equipo.
Olympiacos cambia de objetivo
El club griego había acercado una oferta de 7 millones de dólares por el 80% de la ficha, pero Boca fue tajante: solo una propuesta cercana a los 10 millones podía abrir la puerta de salida. Tras la negativa, Olympiacos cambió de rumbo y puso los ojos en Santino Andino, la joven figura de Godoy Cruz, a quien le presentaron exactamente la misma propuesta que rechazó el Xeneize.