El clima en Boca sigue siendo tenso y esta vez uno de los protagonistas fue Raúl Cascini, quien se despidió del Consejo de Fútbol con un mensaje inesperado y desafiante. Mientras Juan Román Riquelme buscaba calmar las aguas tras la disolución del organismo, Cascini eligió una manera particular de cerrar su etapa, dejando más preguntas que certezas.
Un mensaje entre agradecimiento y advertencia
Desde la sala de prensa de Casa Amarilla, cercana a la Bombonera, Cascini arrancó aclarando que no tenía conflictos legales con el club: “No vengo a aclarar nada, ya todos saben cómo son las cosas, me fui del club. Me causa mucha gracia cosas que están diciendo, por ejemplo que le estoy haciendo juicio. Soy un agradecido a Boca, a su presidente, que es mi amigo”.
Sin embargo, lo que llamó la atención fue la advertencia que lanzó a continuación: “Hay que tener cuidado a la hora de hablar. Porque uno tiene familia, amigos, mis padres, y hay cosas que duelen, que me molestan. Entonces, como yo no trabajo más en el club, a partir de ahora nos vamos a ver las caras. Eso va a estar bueno, va a estar lindo“, disparó ante los periodistas. La frase no incluyó nombres ni apellidos, pero generó revuelo inmediato por su tono desafiante.
Una despedida que refleja su rol en el club
El ex volante central fue, durante mucho tiempo, la primera línea de combate de Riquelme frente a situaciones conflictivas dentro del club. Sin embargo, su estilo directo y confrontativo aceleró su desgaste, generando tensiones internas y contribuyendo a su salida. Cascini buscó marcar posición, desmintiendo además rumores sobre juicios o conflictos legales que circulaban en redes.
La reacción de Riquelme y la situación en Boca
La salida de Cascini y Mauricio Serna fue la medida adoptada por Riquelme para intentar descomprimir la crisis que atraviesa el club. Mientras Serna se despidió con palabras emotivas, Cascini eligió un mensaje más polémico, que puso en evidencia las dificultades de mantener la calma dentro de Boca.