En medio del sacudón futbolístico que atraviesa el Club de la Ribera, dos jugadores del plantel profesional fueron desplazados del grupo principal y trabajaron con juveniles en una de las canchas del Boca Predio. Se trata de Ayrton Costa y Carlos Palacios, quienes, por decisión del cuerpo técnico de Miguel Ángel Russo, no participaron del entrenamiento con sus compañeros de Primera.
Ambos futbolistas se sumaron al grupo de chicos con una actitud cordial, saludando uno por uno y poniéndose rápidamente a disposición. Sin embargo, detrás de esa imagen serena, hay situaciones que generaron ruido en el día a día del club. En el caso de Palacios, su exclusión de las últimas convocatorias no pasó inadvertida: el chileno quedó afuera por una actitud que molestó al entrenador, más allá de sus dolencias físicas.
El trasfondo de la decisión: lesiones, molestias y un gesto que no gustó
El caso de Ayrton Costa es distinto. El defensor venía recuperándose de un desgarro que lo tuvo 40 días afuera, lesión que se agravó luego de haber sido exigido en el partido ante Bayern Múnich en el Mundial de Clubes. Su trabajo con juveniles está ligado a la última etapa de recuperación antes de volver a entrenarse con el plantel profesional, aunque su presencia frente a Racing aún está en duda.
En cuanto a Palacios, la situación es más delicada. Si bien venía arrastrando una tendinitis en ambas rodillas, la molestia volvió a aparecer justo después de su cumpleaños, lo que no fue bien visto por el cuerpo técnico. A partir de ahí, Russo tomó la decisión de marginarlo de las listas para los partidos contra Atlético Tucumán y Huracán.
En Boca aseguran que la práctica con juveniles no fue un castigo formal, pero sí marca una señal clara de que ambos deben recomponer su lugar en el equipo. La recuperación física y, en el caso de Palacios, también el compromiso, serán claves para volver a contar para Russo en las próximas semanas.