En medio de la tormenta que atraviesa Boca, Mauricio “Chicho” Serna oficializó este miércoles su salida del Consejo de Fútbol. Y lo hizo con un discurso sincero y emocional, sin aceptar preguntas y con un tono dolido, como quien se despide de algo que le marcó la vida.
El colombiano, que era la cara más visible del Consejo ante los medios, eligió dar su palabra en conferencia para cerrar una etapa. “Presentamos la renuncia y hasta hoy hice parte del club”, dijo en la sala de prensa de Boca Predio.
El anuncio llegó poco después de que el club confirmara de forma oficial las salidas tanto de Serna como de Raúl Cascini, dos de los dirigentes más cercanos a Juan Román Riquelme, quienes habían sido ratificados tras las elecciones de diciembre. Sin embargo, la crisis política y deportiva que atraviesa el club obligó a un cambio. Y sus salidas buscan descomprimir el tenso vínculo con el plantel y los hinchas.
“No ha sido fácil. Quienes me conocen saben lo que representa este club para mí y mi familia. Muchas veces acertamos, otras nos equivocamos. No me guardé nada, di lo mejor que tenía para dar. Es un momento muy, muy difícil”, expresó Serna, visiblemente afectado.
Con lágrimas contenidas, agregó: “Ofrezco disculpas si me equivoqué con alguien, no dejo de ser humano. Pero siempre miré a todos a los ojos. Es mi forma de vivir. Esta etapa se terminó”.
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Chicho llegó como ayudante de campo en la Reserva durante el ciclo de Hugo Ibarra, y luego pasó al Consejo. Fueron cinco años de gestión, en los que Boca ganó seis títulos y llegó a la final de la Copa Libertadores 2023.
“Me ofrecieron continuar en otra área, pero decidí no aceptarlo. No sería conveniente. Preferí venir acá, agradecerles y despedirme. A los hinchas, los amo. Es así la vida. Me tocó a mí. Chau, gracias”, cerró.
Se dio media vuelta y se fue. Como cuando un ciclo se cierra sin vuelta atrás.
