No llegó a completar ni un tiempo con la camiseta de Boca, pero ya le generó más de 10 millones de euros al club. Mateo Retegui fue oficializado como nuevo jugador del Al-Qadsiah de Arabia Saudita, y su transferencia volvió a tener un impacto directo en el balance del Xeneize. Sí, el delantero que apenas disputó ocho minutos con la azul y oro, otra vez deja su huella… pero en las finanzas.
La operación, valuada en 65 millones de euros, sacudió el mercado de pases. Retegui, que venía de marcar 28 goles y repartir nueve asistencias en 48 partidos con Atalanta, optó por salir del fútbol italiano en su mejor momento. Y aunque en Boca jamás tuvo continuidad, la institución vuelve a beneficiarse económicamente, esta vez gracias al mecanismo de solidaridad que establece la FIFA.
Por los derechos de formación, el Club de la Ribera embolsará cerca de 1,6 millones de euros, que se suman a todo lo que ya había ingresado en el pasado por el delantero. Desde su debut en 2018 ante Patronato —partido en el que casi se va expulsado por una dura falta—, nunca volvió a tener minutos. Pero su nombre reaparece una y otra vez en cada transferencia.
Una carrera sin regreso a Boca, pero con billetes de ida y vuelta
El camino de Retegui después de Boca incluyó cesiones a Estudiantes, Talleres y Tigre. Luego fue vendido al Genoa en 2023 por 15 millones de dólares, lo que representó un ingreso de 5,3 millones para Boca por su porcentaje del pase. Tiempo más tarde, su salto a Atalanta por 22 millones dejó otra tajada: casi un millón más en concepto de plusvalía, producto de una cláusula que el club había sabido negociar.
Sumando préstamos, ventas, porcentajes y derechos de formación, el delantero terminó aportando más de 10,5 millones de euros, sin haber llegado nunca a disputar un solo partido como titular en el Xeneize. Es, sin dudas, un caso atípico: jugó poco, pero dejó mucho.
Mientras Arabia celebra su nueva incorporación, en Boca siguen cayendo euros desde Europa y Medio Oriente. Retegui, sin saberlo, se transformó en una caja fuerte con camiseta. Una que nunca brilló en la Bombonera, pero que todavía le sigue rindiendo frutos al club.
