Carlos Fernando Navarro Montoya no necesita presentación. Su trayectoria en el arco de Boca lo transformó en ídolo eterno. Pero si algo lo mantiene vigente en la memoria de los hinchas, además de sus atajadas, es su manera de hablar sin filtro. Esta vez, el Mono volvió a aparecer con un mensaje potente, que retumbó como una advertencia dentro del vestuario xeneize.
“No alcanza con rendir en la cancha, hay que ser jugador de Boca todo el tiempo”, disparó el ex arquero. Su frase no fue al azar, ni mucho menos liviana. En tiempos donde algunos futbolistas son apuntados por su bajo nivel o comportamientos fuera del campo, la voz de un referente histórico sacudió al mundo Boca con una reflexión que cayó pesada.
Un llamado de atención para el plantel
En charla con el ‘Canal de Boca’, Navarro Montoya fue claro: “El compromiso en Boca no se apaga cuando termina el entrenamiento. Firmás un contrato que tiene implícito ser parte del club las 24 horas del día, los 7 días de la semana”. Para muchos, no hizo falta poner nombres propios: sus palabras apuntan a una actitud general. Y a la necesidad de dar un salto de mentalidad en un equipo que no levanta.
Además, subrayó la exigencia que impone vestir la camiseta azul y oro: “Boca te da todo, pero también te pide todo. No es un club para cualquiera. Hay que estar a la altura, no solo en los partidos, sino en cada instante”. En medio de una seguidilla de partidos sin victorias y con varios jugadores cuestionados, el mensaje no pasó inadvertido.
Un palo a la obsesión por la Copa Libertadores
En otro tramo de sus declaraciones, el Mono también se permitió salir del día a día futbolístico para opinar sobre un tema estructural. Y fue tajante: “La prioridad de Boca no debe ser ganar la Copa Libertadores, sino agrandar La Bombonera”. Lo dijo en diálogo con TyC Sports, y no dudó en señalar que ese debería ser el gran objetivo del club.
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“Necesitamos un estadio más grande, ahí mismo donde está. Con más capacidad para que los socios no se queden afuera”, sostuvo. Y cerró con una frase desafiante: “Boca ya era grande antes de ganar su primera Libertadores. La grandeza no se mide solo por títulos internacionales”.
