Ricardo La Volpe protagonizó uno de los episodios más insólitos en la historia reciente de Boca. Su breve ciclo en 2006 no solo frustró el sueño del tricampeonato, sino que terminó con un equipo imparable completamente desorientado. Ahora, casi 20 años después, volvió a escena con una frase que causó sorpresa e indignación: “A este Boca lo manejo de taquito“, dijo en Bravo TV, postulándose para reemplazar a Miguel Ángel Russo.
Su llegada en aquel momento fue el principio del final para un equipo que lo tenía todo. Venía de ganar cinco títulos consecutivos, arrasaba en el torneo y se encaminaba al tricampeonato local. Pero tras la salida de Alfio Basile rumbo a la Selección Argentina, La Volpe asumió y todo se desmoronó. En apenas 17 partidos, Boca perdió lo que parecía imposible. El equipo necesitaba un punto en las últimas dos fechas y ni eso pudo conseguir.
La relación con el plantel fue otro punto conflictivo. Desde el comienzo generó malestar con los referentes como Palermo, Guillermo Barros Schelotto, el Cata Díaz e Ibarra. Las formas, los gestos y sus decisiones lo alejaron por completo del grupo. “Acá me hacían caritas”, llegó a decir años después, dejando en evidencia que nunca entendió el contexto ni supo manejar el vestuario.
Después de ese golpe, su nombre quedó ligado a una de las páginas más dolorosas del Boca moderno. Mientras Russo, su sucesor, levantaría la Copa Libertadores meses después, La Volpe nunca pudo revertir esa imagen. Aun así, insiste. Esta vez, apeló a una frase desafortunada para volver a mostrarse: “Si me llama Román, ¿cómo me voy a negar? Creo que puedo cambiar opiniones tomando un café con él”.
En sus declaraciones, incluso deslizó críticas tácticas al actual equipo: “Boca tiene jugadores pero hoy no hay espacio si no hay una disciplina táctica…”. Lo que no parece tener espacio es una nueva aventura suya en el club. Porque en Boca, la historia pesa. Y la suya, para muchos, todavía duele.