En medio del peor momento futbolístico de Boca en años, con una racha negativa que no parece tener fin y un equipo sin respuestas, apareció una voz con historia y autoridad en el club: Alberto Márcico. El Beto, ídolo xeneize y ex colaborador de Oscar Tabárez, salió a respaldar públicamente a Miguel Ángel Russo, pero no dudó en señalar a los verdaderos responsables, según su mirada: los jugadores.
El Beto Márcico respaldó a Russo

“Soy muy optimista, pero por el partido de ayer lo perdí un poco. Sigo creyendo que Russo es el técnico indicado para este momento de Boca”, aseguró en diálogo con Boca de Selección. Y agregó: “Las cosas no le están saliendo como él pensaba, sin ninguna duda”.
Lejos de quedarse en un análisis superficial, Márcico fue contundente: “Esto es pura y exclusivamente de los jugadores, más allá del técnico, que puede hacer cambios o no”. Para el ex 10, la falta de reacción y compromiso dentro de la cancha es una de las claves de este presente oscuro.
El exfutbolista también expresó su esperanza de que el técnico pueda revertir la situación tras el receso antes del choque ante Racing, el próximo 9 de agosto. “Estoy convencido de que Russo lo puede dar vuelta. Lo conozco bien y pienso que en estos 15 días algo va a pasar en Boca”, sentenció.
Durante la entrevista, Márcico también opinó sobre Alan Velasco, uno de los refuerzos que más expectativa generó y que todavía no logró explotar. “Le juega en contra lo que se pagó por él, pero cuando agarre confianza va a ser el primer socio de Paredes”, dijo, sin perder la fe en su potencial.
Pero al hablar de Leandro Paredes, fue aún más duro con el funcionamiento colectivo: “Cuando llegó, uno pensaba que iba a mejorar al equipo. Pero este equipo lo está desmejorando a él. Está pasando al revés”.
Para cerrar, Beto lanzó una reflexión desde su propia experiencia que apunta a ciertos referentes del plantel: “Yo era suplente de Diego y me fui. Fabra, por ejemplo, tuvo opciones, pero priorizan otra cosa. Hoy viene un club y te ofrece la mitad, y si ganás el doble, no te vas…”. Un mensaje directo, sin vueltas, y con la camiseta bien puesta.