Después de dos partidos consecutivos fuera de la convocatoria, Exequiel Zeballos vuelve a estar entre los concentrados de Boca para enfrentar a Atlético Tucumán por la Copa Argentina. Su ausencia había generado ruido puertas adentro y una declaración enigmática de Miguel Ángel Russo terminó de confirmar que algo no estaba bien. Ahora, con la lista ya publicada, todo indica que hubo una charla cara a cara que permitió su regreso.
Russo le abre la puerta al Changuito
“Estoy esperando el momento para hablar con él“, había dicho el entrenador hace apenas unos días, sin confirmar si la conversación ya había ocurrido. Pero entre líneas se intuía una señal: Zeballos no estaba en el lugar que Russo quería. Su rendimiento en el Mundial de Clubes fue flojo, y el pedido de cambio en el primer tiempo ante Auckland City, sin una lesión comprobada, no cayó bien ni en el cuerpo técnico ni en la dirigencia.
El DT que lo hizo debutar en 2020 lo conoce bien, y por eso decidió dejarlo afuera de las primeras listas del torneo local, a modo de aviso. Mientras tanto, el puesto de extremo quedó en manos de Brian Aguirre y Lucas Janson, en un plantel que aún no sumó refuerzos en esa posición pese a los pedidos reiterados del entrenador.
La baja de Carlos Palacios, quien no fue citado para este encuentro, abrió la posibilidad para que el Changuito reaparezca. Pero su vuelta no es solo una cuestión de cupo: es una apuesta de Russo, que espera una versión mucho más comprometida del joven delantero, tanto en lo futbolístico como en lo personal. De alguna manera, este llamado funciona como una última oportunidad para recuperar su lugar.
Zeballos fue titular ante Auckland City en el debut del Mundial de Clubes y sumó minutos ante Benfica y Bayern Munich. Sin embargo, su nivel no convenció, y tras ese bajón vino la exclusión. La sensación en Boca Predio era que le hacía falta un golpe de realidad, algo que lo sacara del letargo. Y esta citación es, justamente, la prueba de que la reacción llegó.
Este miércoles, el Changuito estará en el banco de suplentes y espera sumar minutos en el segundo tiempo. Es su momento para dar una respuesta concreta, la que Russo viene esperando desde hace semanas. Porque talento le sobra, pero ya no alcanza solo con eso.