Boca volvió a dar un paso en falso, uno más en una cadena interminable de frustraciones que parece no tener fin. En esta ocasión, la eliminación en Copa Argentina ante Atlético Tucumán no solo dejó al Xeneize fuera de otra competencia, sino que expuso a fondo la gravedad del momento que atraviesa el club. El equipo de Miguel Russo no encontró respuestas y volvió a mostrar un nivel preocupante, arrastrando una racha que ya forma parte de la historia negra del club: 10 partidos sin ganar.
La noche en Salta fue un compendio de todos los males de este ciclo. Desde una dirigencia cuestionada, con decisiones deportivas que cada vez suman menos, hasta un plantel diezmado anímicamente y con figuras lejos de su mejor nivel. Ni la jerarquía de Leandro Paredes alcanzó para torcer una dinámica que se llevó puesto al equipo completo. El campeón del mundo, que había llegado como símbolo de esperanza, se vio atrapado rápidamente en la inercia negativa, sin poder contagiar al resto ni levantar su propio nivel.
El gol de Cavani, en la última jugada del encuentro, apenas sirvió para maquillar un resultado que no refleja todo lo mal que jugó Boca. Atlético Tucumán, con más orden y decisión, aprovechó las ventajas del Xeneize y le propinó otro golpe duro. Y así, una vez más, Boca volvió a quedar fuera de una competencia sin haber mostrado nada en el camino.
Las señales de agotamiento son evidentes. Riquelme, el gran responsable del armado de este ciclo, queda ahora en el centro de las críticas. El club no gana hace tiempo, no juega bien, no compite y suma papelones uno detrás de otro. Lo de Auckland City, lo del clásico, lo de Independiente y ahora esto. Todo bajo una conducción que parece haber perdido el rumbo y que pone en jaque incluso el proyecto institucional.
En lo estrictamente futbolístico, el equipo fue un caos: Cavani jugó sin estar al 100%, Paredes mal ubicado, sin extremos por afuera, con un mediocampo desbalanceado y sin claridad en ataque. Russo, con apenas seis partidos, ya quedó atrapado en una crisis sin freno. Y el panorama es alarmante, porque no hay Copa Libertadores a la vista, no hay títulos, no hay respuestas… y el club parece haber tocado fondo una vez más.
