Boca viaja a Santiago del Estero para medirse con Atlético Tucumán por los 16avos de final de la Copa Argentina, y la lista de convocados que eligió Miguel Ángel Russo no pasó desapercibida. Con varias bajas confirmadas y algunas decisiones que generaron ruido, el DT movió piezas y mandó mensajes hacia adentro del plantel.
La vuelta de Zeballos
El regreso más notorio es el de Exequiel Zeballos, que vuelve a estar entre los concentrados tras haber quedado al margen en los últimos dos partidos. El Changuito, que había tenido participación en los primeros encuentros del Mundial de Clubes, reaparece justo cuando su situación interna parecía estancada. El propio Russo había admitido que no había hablado con él tras su salida por una molestia muscular, pero ahora vuelve a ser tenido en cuenta.
Los ausentes
En contraposición, la ausencia de Carlos Palacios dejó una sensación de corte disciplinario, más allá de los trascendidos sobre una molestia en la rodilla. El chileno no se entrenó con normalidad el día posterior a su cumpleaños y, esta vez, no hubo contemplaciones. Ya había estado en duda por un cuadro febril ante Argentinos, pero en esta oportunidad ni siquiera fue citado, y eso podría marcar un antes y un después.
Tampoco estará Ander Herrera, otra vez fuera por lesión. El mediocampista español no logra sumar continuidad desde su llegada y, cuando parecía que se le abría una oportunidad, nuevamente quedó al margen. Por ahora, su situación sigue siendo una incógnita.
La lista también dejó pistas sobre la defensa. Rodrigo Battaglia aparece ubicado en la sección de defensores, algo que no suele ocurrir. Todo indica que el volante podría ser improvisado como zaguero ante la gran cantidad de bajas en el fondo: Cristian Lema, Marcos Rojo, Nicolás Figal y Ayrton Costa siguen sin estar disponibles, mientras que Milton Giménez aún no está al 100% y Mateo Mendia volvió a quedar afuera.
Con este escenario, Boca viaja con un grupo reducido y condicionado, pero también con señales claras del cuerpo técnico. Russo empieza a tomar decisiones más firmes, y la lista de convocados empieza a reflejar algo más que simples nombres: empieza a mostrar jerarquías, advertencias y oportunidades.