Se terminó. Fueron 120 días de espera y 12 partidos sin victorias, pero Boca logró cortar la peor racha de su historia con una goleada contundente. El Xeneize se impuso 3-0 ante Independiente Rivadavia en Mendoza, por la quinta fecha del Torneo Clausura, y dejó atrás una pesadilla que parecía no tener fin.
El último triunfo había sido el 19 de abril, cuando derrotó 2-0 a Estudiantes, pero desde entonces llegaron derrotas dolorosas y empates que hundieron al equipo en un pozo futbolístico. La sequía comenzó con la caída en el Superclásico ante River en el Monumental, por el Apertura, y se extendió hasta este domingo 17 de agosto. El corte llegó en el partido número 13, justo el número de la yeta en la quiniela, que en esta ocasión significó alivio.
Cómo fue la racha negativa de Boca
La racha atravesó a tres entrenadores distintos. Fernando Gago inició la caída con un 5-3-2 que no dio resultados y que le terminó costando el cargo. Luego llegaron actuaciones flojas en el Apertura: empate ante Tigre, clasificación por penales frente a Lanús y la eliminación frente a Independiente. Nada parecía cambiar con el inicio del Clausura, donde el equipo siguió acumulando empates y solo una derrota frente a Huracán, aunque con rendimientos muy pobres.
En esa seguidilla, Boca rozó el papelón en varias oportunidades. Ante Unión y Racing, la jerarquía de Leandro Paredes y los goles agónicos de Di Lollo y Giménez evitaron males mayores. Incluso en el Mundial de Clubes, los errores propios le quitaron la chance de un triunfo clave: frente a Benfica ganaba 2-0 y terminó igualando, antes de caer ante Bayern Múnich y sufrir contra Auckland City.
La goleada en Mendoza no solo le da aire al equipo, sino que significa un quiebre anímico después de más de tres meses sin victorias. La racha negativa quedará en los libros como la más larga de la historia del club, pero el desahogo del 3-0 puede marcar un nuevo punto de partida para Boca en lo que resta del Clausura.
