Pese a que su llegada ya representaba un desafío físico, nadie imaginó que Ander Herrera viviría un año tan condicionado por las lesiones. Desde enero, el volante español ha visto cómo cada intento de continuidad se frustraba a los pocos días por distintos problemas musculares. Esta situación preocupa tanto al cuerpo técnico de Miguel Ángel Russo como a la dirigencia encabezada por Juan Román Riquelme.
En las últimas horas, se produjo un pequeño avance que, si bien no implica su inminente regreso, es tomado como un alivio: Herrera dejó el gimnasio para pasar a trabajar en el campo. Este paso, previo al contacto con la pelota, lo acerca a entrenar junto a sus compañeros y a dejar atrás semanas de aislamiento en el gimnasio.
Las lesiones de Herrera
La última lesión ocurrió en la previa del cruce por Copa Argentina ante Atlético Tucumán, hace unos veinte días. Fue el quinto desgarro desde su llegada al Xeneize. El primero había llegado apenas en su segundo partido en enero; el segundo, un mes después y justo después de su mejor actuación con la azul y oro ante Central Córdoba en Santiago. Luego llegaron los más duros golpes: ante Newell’s, debió dejar la cancha a menos de 10 minutos de haber ingresado, y contra Benfica, en el Mundial de Clubes, salió a los 20 minutos de juego y terminó expulsado desde el banco.
De no mediar nuevos contratiempos, Herrera podría reaparecer ante Banfield el domingo 24 de agosto. No obstante, el cuerpo técnico analiza postergar su regreso para que llegue en mejores condiciones y evite una recaída. El propio jugador sabe que no puede permitirse otro paso en falso y que, para sostenerse, deberá volver en plenitud física.
Cuánto jugó Herrera en Boca
El aporte del español en Boca ha sido muy limitado: apenas nueve partidos, 441 minutos en total y un promedio de 49 minutos por encuentro. Un registro que no refleja el peso que se esperaba de él al momento de su contratación.
