Una leyenda que se anota
El panorama institucional en el Club de la Ribera está cambiando. Con la disolución inminente del Consejo de Fútbol y la decisión de Juan Román Riquelme de crear la figura de un mánager, las especulaciones sobre quién ocupará ese nuevo rol no tardaron en multiplicarse. Entre los nombres que surgieron, hubo uno que tomó fuerza rápidamente: Beto Márcico, ídolo de la casa y voz autorizada en el mundo Xeneize.
Si bien no hay confirmaciones oficiales, la propia dirigencia ya dejó trascender que el modelo actual está agotado. El club se prepara para un nuevo ciclo de gestión deportiva y Márcico no ocultó su entusiasmo al ser consultado sobre la posibilidad.
“Nunca le diría que no a Boca”
Márcico rompió el silencio en el programa que conduce por Radio Continental y luego fue más allá en una entrevista con TyC Sports: “No me llamó nadie, pero me encantaría. Es un desafío enorme. Nunca le dije que no a Boca”, afirmó, con emoción. Y recordó sus decisiones de vida que siempre estuvieron atadas al escudo azul y oro: “En el ’91 dejé Francia para venir. En 2001 volví cuando me llamó Tabárez. Siempre fue así: si siento que puedo aportar, me sumo”.
Al mismo tiempo, fue claro sobre sus límites: “Ahora, si me proponen algo para lo que no estoy a la altura, ya no”, advirtió, dejando en claro que no busca el cargo a cualquier precio.
“Hay que llevarle soluciones a Román”
Más allá de sus ganas, Beto también dejó definiciones importantes sobre el rol del futuro mánager. Mostró respeto por Riquelme y el ciclo que ahora se cierra: “Yo quiero que le vaya bien a Boca, a Román y al Consejo. Algunos dicen que no escucha… ¿cómo no va a escuchar? Con diálogo todo se resuelve”, sostuvo.
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Además, fue crítico con quienes buscan cargos sin tener en cuenta las consecuencias: “Por más que lleguen caras distintas, si no hay resultados le van a caer a todos. Si el equipo no juega bien, la gente no perdona”, sentenció.
Una idea clara del cargo
Con experiencia en el fútbol francés, donde el rol de mánager está más desarrollado, Márcico explicó cómo imagina la función: “Tenés que tener una charla importante con toda la Comisión Directiva. No es solo estar. Hay que tener una buena conexión con el técnico, y no soy partidario de que ex jugadores estén metidos en el vestuario”, remarcó.
Y cerró con una frase que refleja su visión del club: “No hay que volverse loco. Este es el Mundo Boca”.
