El arranque del Torneo Clausura dista mucho de lo que Miguel Ángel Russo había imaginado para Boca. Los dos empates consecutivos, frente a Argentinos y Unión, encendieron las alarmas en el cuerpo técnico, que esperaba sumar más puntos en las primeras fechas mientras aguardaba por la mejor versión de Leandro Paredes. Sin embargo, el debut del flamante refuerzo se dio antes de lo previsto, y aun así el equipo no logró torcer el rumbo.
Russo no afloja: entrenamiento inmediato tras el empate
Ante este panorama, la respuesta del entrenador no tardó en llegar: tras el 1-1 en la Bombonera, Boca volvió a los entrenamientos en la tarde del sábado, en una muestra clara de que no hay lugar para la relajación. El objetivo inmediato está puesto en el cruce por los 16avos de final de la Copa Argentina frente a Atlético Tucumán, un duelo que el Xeneize encara como bisagra.
El domingo también tendrá actividad en Ezeiza, y el lunes se perfila como el día clave: Russo empezará a definir el equipo titular, con la incógnita principal sobre si Paredes será de la partida desde el arranque. El martes, después de la práctica matutina y el almuerzo, el plantel partirá rumbo a Santiago del Estero, donde quedará concentrado a la espera del partido.
El miércoles se jugará el partido y, sin perder tiempo, Boca regresará de inmediato a Buenos Aires, ya con la cabeza puesta en la tercera fecha del Clausura frente a Huracán. El encuentro será el domingo 27, desde las 18:30 en Parque Patricios, y marcará un nuevo desafío para un equipo que necesita levantar vuelo cuanto antes.
Luego de ese compromiso, el calendario le dará un leve respiro al plantel. Habrá más de una semana hasta el cruce ante Racing, por la cuarta jornada del torneo, previsto para el fin de semana del 10 de agosto, aunque con chances de jugarse el viernes 8 o el sábado 9. Será una pausa que Russo planea aprovechar para ajustar piezas, recuperar futbolistas y, sobre todo, reencontrar el rumbo.