El fútbol da vueltas inesperadas y Sergio Romero es prueba de ello. En menos de un año, el arquero pasó de ser capitán y figura clave en la Copa Libertadores a convertirse en una pieza totalmente relegada en Boca. Su conflicto con un plateísta tras el superclásico en la Bombonera marcó un antes y un después, y aunque se recuperó de una operación de rodilla y viajó al Mundial de Clubes, no volvió a sumar minutos. Hoy, todo indica que Miguel Ángel Russo no lo tendrá más en cuenta.
En ese contexto, su futuro podría estar en Rosario, donde Newell’s lo tiene en carpeta como posible reemplazante de Keylor Navas. El arquero costarricense fue protagonista de un episodio insólito el último fin de semana: no bajó del micro para jugar ante Independiente Rivadavia y, aunque la versión oficial habló de una descompostura, lo cierto es que atraviesa una fuerte interna con la dirigencia. Mientras tanto, Romero ya habría dado el visto bueno para sumarse si se libera el cupo.
La situación de Romero no es distinta a la de otros históricos que también fueron corridos del plantel, como Marcos Rojo o Cristian Lema. Sin lugar en el equipo, Boca no rescindirá sus contratos, y la única salida posible es a través de una transferencia. En el caso de Chiquito, su vínculo con el club finaliza en diciembre, por lo que este semestre podría ser su última oportunidad para volver a atajar.
Su último partido en Boca
Su última presentación fue ante Huracán, en el segundo partido del ciclo de Diego Martínez. Luego, una nueva lesión lo dejó fuera de carrera y, desde entonces, no volvió a aparecer. En el Mundial de Clubes no sumó minutos y actualmente está detrás de Marchesin y Brey en la consideración del cuerpo técnico. Si la novela de Navas llega a su fin, Rosario podría ser el nuevo destino de un arquero que supo ser figura en el Xeneize.