Alberto Márcico, histórico ídolo de Boca Juniors, volvió a hacer sonar su voz crítica con fuerza, esta vez apuntando directamente a River Plate, su dirigencia y a Marcelo Gallardo, tras el escándalo por la llegada de Maxi Salas. El exfutbolista xeneize se mostró entusiasmado con el nuevo ciclo de Miguel Ángel Russo, pero no pudo evitar generar polémica al hablar sobre la actualidad del eterno rival.
Márcico, fiel a su estilo provocador, apuntó contra lo que él considera una “doble vara” en el fútbol argentino. “Si esto pasaba con Boca, era un escándalo. Pero como es con River es un vale todo. Pueden hacer lo que quieran. Siempre repercuten más las cosas en Boca que en River. Todos hubiesen atacado a Román, al Consejo… Pero nadie dice nada de Brito o de Gallardo”, disparó, generando un debate sobre el trato mediático que reciben ambos clubes.
El ídolo de Boca hizo referencia a la polémica operación por el ex delantero de Racing, que River fichó tras pagar la cláusula de 8 millones de dólares. Según Márcico, la forma en que el DT se involucró en el fichaje fue una falta de respeto: “Lo que hizo Gallardo con Salas es una falta de códigos. Estoy de acuerdo con Diego Milito. Vos no tenés que llamar al jugador porque le comes la cabeza. Si no está a la venta, hay que respetarlo”, opinó el ex mediocampista, que disputó 154 partidos con la camiseta azul y oro.
Pero las críticas de Márcico no se detuvieron allí. También respondió a los dichos de Stefano Di Carlo, secretario general de River, quien había asegurado que su club es el más popular. “Lo que dijo sobre que River es el movimiento más popular es una pavada. Boca en Seattle hubiese llevado la misma cantidad de gente que a Miami. No es cuestión de kilómetros ni comodidad para el hincha. Boca es el equipo más grande del mundo: lo dicen los alemanes y los ingleses. Yo de River no leí que hayan dicho nada…”, afirmó, dejando en claro su postura.
La guerra de palabras entre los grandes de Argentina sigue sumando capítulos, y Márcico, como siempre, no duda en defender a Boca y criticar a su eterno rival.
